domingo, 1 de julio de 2007

La naranja mecanica


La naranja mecánica (1971, A Clockwork Orange) es la adaptación al cine de la novela homónima de 1962 de Anthony Burgess. La adaptación fue producida, escrita y dirigida por Stanley Kubrick. Presenta a Malcolm McDowell como el carismático delincuente Alex. El filme presenta una banda sonora realizada por Wendy Carlos.
Ambientada en la Inglaterra del futuro, 1995, vista desde 1965, la película sigue la vida de un joven de dieciocho años llamado Alex DeLarge (McDowell) cuyos placeres son la música clásica (especialmente Beethoven), la violación y la ultraviolencia. Él es lider de una pequeña pandilla de gamberros, a los cuales se refiere como "drugos". Alex narra la mayoría del filme en "Nadsat", el argot contemporáneo que comprime el Eslávico (especialmente el ruso) con el inglés y el Cockney. Alex es irreverente y abusa de los demás; miente a sus padres para no ir a la escuela; en su cama tiene un cubrecama cubierto con senos de goma, un caro reproductor, una boa llamada "Basil" y mesita de noche repleta de botines de sus robos.
Después de faltar a clases, seduce a dos adolescentes en una tienda de discos; a pesar de no reconocer los nombres de sus estrellas favoritas, éste las lleva a su casa y copula con ambas de forma apresurada, al compás de la Apertura de William Tell.
Alex lleva a sus drugos a invadir una casa, golpean al escritor que vive en ella y violan a su esposa ante la mirada impotente de éste mientras Alex canta Singin' in the Rain. Despues, lidia con un intento de golpe de uno de sus drugos subordinados.
Eventualmente, Alex es capturado durante un robo, traicionado por sus drugos (uno al que Alex le había cortado la muñeca en respuesta a un reto a su autoridad como lider de la pandilla). Alex es golpeado en la cabeza con una botella llena de leche y es dejado ciego en la escena del crimen. Después de ser arrestado, descubre que la víctima del robo ha muerto: Alex es un asesino. Es sentenciado a 14 años en prisión.
Después de haber cumplido dos años, se le ofrece la libertad condicional, si se somete al tratamiento Ludovico, un terapia experimental de aversión, desarrollada por el gobierno como un estrategia para detener el crimen en la sociedad. El tratamiento trata de ser expuesto a formas extremas de violencia a través de una pantalla, como un cine muy violento. Alex es incapaz de apartar la mirada de la pantalla ya que sus ojos son mantenidos abiertos gracias a unos ganchos, también es drogado antes de ver las películas, para que asocie las acciones violentas con el dolor personal.
Así que, el tratamiento Ludovico, lo deja incapaz de ser violento (ni siquiera en defensa propia) y también incapaz de tocar a una mujer desnuda, pero, en un imprevisto efecto secundario, el tratamiento también lo hace incapaz de oír la Novena Sinfonía de Beethoven (fondo musical de una de las películas).
Sin la capacidad de defenderse, y de haber sido desahuciado de sus padres (éstos le dejaron su habitación a un huespéd, desechado su estéreo y tesoros y, aparentemente, mataron a Basil), Alex desanimadamente diambula por Londres, visitando las escenas de sus crímenes. Pronto encuentra a dos de sus antiguos drugos (ahora policías, quienes lo golpean y casi ahogan) y otras viejas víctimas, quienes lo atacan y victimizan.
Alex vaga por los bosques hacia la casa de un escritor cuya esposa había sido golpeada y violada antes en la película. El escritor lo deja entrar antes de descubrir su identidad; luego, droga a Alex y atenta a hacer que se suicide tocando una versión elétronica de la Novena Sinfonía de Beethoven (Segundo Movimiento). Alex trata de 'estirar la pata' saltando por una ventana, pero sobrevive.
Luego de una larga recuperación en el hospital, Alex parece ser el de antes. En el hospital, el Ministro de Interiores (quien antes había seleccionado a Alex personalmente para el Tratamiento Ludovico) visita a Alex, disculpandose por los efectos del tratamiento, diciendo que sólo seguía las recomendaciones de su equipo. Ésta comienza seduciendo políticamente a éste, al presentarle un enorme estéreo reproduciendo el final de la Novena Sinfonía (Cuarto Movimiento).
El gobierno le ofrece a Alex un trabajo si acepta a apoyar la elección del partido político (Conservador), cuya imagen pública se vio seriamente dañada por el intento de suicidio de Alex. Anticipando su regreso al estrago, Alex narra el final de la película: "Definitivamente, estaba curado", durante la fantasía surreal de él mismo de copular con una mujer en la nieve, rodeado por damas y caballeros victorianos aplaudiendole, mientras se puede escuchar el último movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven al fondo.


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